RUIDO Y LLUVIA
... sobre Castro ha estallado la tormenta que traía la noche,
y, mientras los viandantes corren por las calles, el cielo ruge
y tira contra ellos y los barcos del abra golpes de ceniza y lluvia
... no temas, hijo; tu madre ajusta puertas y ventanas y yo te cubro
y velo con el corazón; eres mi hijo, mi savia viva y dulce y en
ti me miro y me recojo;
... enseguida, cuando tu madre vuelva, sé que te pondrá
la mano en la frente,
que te recompondrá las ropas y fruncirá los ojos porque
siente angustia
de poder perderte en el fragor terrible de estas noches;
... estaremos juntos, y los tres, hijo mío, si es preciso,
velaremos el sueño
hasta que las calles brillen al contacto puro con la madrugada.
Orión de Panthoseas