MOLDÉAME
Moldéame con suavidad las manos,
enséñales con delicadeza tu cuerpo,
que palpen al instante cada poro,
y guarden para siempre sus secretos.
Dibújame con ternura tus labios,
tatúame con serenidad tus besos,
que quede ya siempre, preso en mí,
el más inmenso mar de tus deseos.
Empápame en las noches en tus ganas,
contágiame por el día en tus celos,
desborda minuto a minuto por mi piel,
la vorágine y la sed de tu universo.
Y llévame, pensamiento a tus aguas
y ámame cariño mío en el silencio
no dejes que se olviden ni se pierdan
las infinitas ansias de mis dedos.
Olga San Isidro