DIN-A CUATRO
Esta chica trabaja afanosamente
para demostrarme que sabe geometría,
tiene en su corazón un anillo rojo,
en sus orejas, pendientes de perla,
en su bolígrafo, un orden perspicaz
que se derrama en el papel.
Todos ellos: mis alumnos,
se concentran en sus sueños
seccionando con cautela
cada línea del examen.
Sin saberlo se proyectan al futuro
en este viernes de febrero, decididos,
rellenando un din-A cuatro
como un músico ejecuta
los silencios.
Norberto García Hernanz