PRESENTE SINGULAR
Un charco refleja mi sonrisa:
la que abusa del oxígeno que sobra
a la mañana sin los nombres.
Un relámpago solar de callejuelas
me ilumina con siluetas
doblegadas a ese rapto de patencia
que subyace.
Un jilguero trotador hace presentes
mientras se oye lucubrar a los recuerdos
sobre el plan fundamental
de la memoria.
Ya no dudo que
este tiempo
singular
me está viviendo
y que debo festejar mi contingencia
en el retiro
de su dulce filigrana.
Norberto García Hernanz