MI CIUDAD
Bajo el cielo azul
se destaca una sombra
tan encantadora
como La Coruña.
Diríase toda de cristal
reflejando el mar
o quizás las cristaleras
que adornan las veredas.
Pudiera ser de cartón
rompiendo el molde del color
rompiendo las estructuras
desafiando incluso al sol.
Subiendo por las escaleras
preparadas en caracol
se observa un paisaje
que ningún humano imaginó.
Los barcos al pasar
agradecen su iluminar
puesto que sin ella
muy negro sería el mar.
Quizás la construyó Hércules
quizás un desconocido autor,
lo que sé es que como bonita
no conoce parangón.
Una gaviota volando
al pasar se queda mirando,
interrumpe el vuelo
mientras el sol va dorando
la cúpula, el cuerpo, las bases
de aquella mole gigantesca
dulce y tierna,
que se levanta, se acuesta
con esa multiforme esfera
que la rodea.
Si hasta ahora no adivinas
de que te hablo, lector,
cierra los ojos,
imagina, sueña,
deja tu espíritu cabalgar
sobre la andadura del tiempo,
no te detengas
sueña, divaga, libérate
y te encontrarás
cara a cara
con la torre magistral de Hércules,
patrimonio nacional.
María Dolores Ouro Agromartín