El azul delata tu nombre,
como la ropa que te viste
y el atardecer que te ilumina,
como el color brillante
del cielo en primavera.
De color azul es la ropa interior
que imagino cuando te escucho,
la tinta del bolígrafo con que escribo,
la camisa que llevo cuando te añoro.
De noche me envuelvo en azul,
rodeado de sábanas y sueños
mecido por la tenue oscuridad
del dulce color de tu recuerdo.
Tu nombre todo es azul,
azul es el color que te dibuja,
azul es tu mar, azul es tu cielo
y mi alma entera se torna azul
al pensar y soñar que te deseo.
Salamanca, 23 de octubre de 2002
Luciano García Herrero