No sé que hago.
Parece que estudio.
Pienso en ti.
Parece que rezo.
Pienso en ti.
Hoy desperté pensando en ti
y pensé que no existías,
si existieses estarías a mi lado.
Te Amo Amada.
Hoy le pedí a nuestro Dios ya no esperar.
Desconfío de tu llegada o,
si estarás en el camino mirándome a lo lejos
con los brazos extendidos como pidiendo un abrazo
y con los labios rogando un beso.
Mi corazón se confunde y me insinúa que no eres,
que tu ontológico ser es la nada y que no vendrás,
más bien te vas.
Hoy le pedí a nuestro Dios ser Santo y ya no esperar.
Le pedí la santidad para estar con Él.
Hoy le pedí ya no esperar.
Marco Antonio López Pozo