CON LA ALMA IDA
Campero de las sabanas
Suéltame al cuaco retinto,
Que ya cansao de afanes
Quiere volver al potrero.
Se ve con el la alma herida,
Carente siempre de antojos,
A ver si resopla el aire
Y el tiempo se la regresa.
La zarza y el verde pienso
Se le atraviesa en el seso
Volviéndole descuidado
Como un potro solitario.
Y en un descuido llanero
Pierde una pata en un hoyo
Y le matan como una bestia
Como a un siervo desvalido
Y allá la yegua alazana
Sigue de largo esperando,
A ese cuaco retinto
Que el destino le ha quitao.
Leopoldo Peña del Bosque