TE QUEDASTE SOLA ¿Y QUÉ?
De buena cuenta sé que te has quedado sola.
Ni las amigas, ni aquél muchacho, (que era
como tu cielo) han vuelto a visitarte.
Ni siquiera yo, que te amaba con ternura,
Con la crisálida del viento y con la rosa
del verano. Ni siquiera yo volví para saber
cómo estabas.
Alguna vez he pensado en ti, pero ha sido
en momentos sin importancia, de cuando en
cuando, con una copa triste entre mis manos,
y mi corazón, cerrado.
No sé, a lo mejor te quise mucho tiempo.
Tanto, que me cuesta olvidarte del todo.
¿Es amor? No. El amor es algo que no puede
Explicarse. Lo tuyo me lo explico con vehemencia.
Eres memoria y deseo. Memoria de un instante en
el que fuiste mía.
Deseo de quererte como aquél instante...
Juan Miguel Melgar Becerra