MÍO ES EXTRAÑARTE
Cuando Marchaste,
Resignaste a las lozas
De cemento a añorarte.
A las ventanas a esperar
Tu reflejo, picaresco.
A mis trapos,
A ya no percibir tu aroma,
A mi piel a resguardar
El calor de tus abrazos.
A mis ojos, resignaste
A no verte nunca más.
Los días pasaron…
Y así fui resignándome:
A sonreír contigo,
A conversar a tu lado,
A dar abrazos fugaces.
A expresar mi amor
En cada sueño,
En cada privación de ti.
Cuando mi alma,
Mi cama y mis almohadas,
Aguardan llorosas por ti,
Las resigno al explicarles,
Que con mucho amor,
En mi añorante sueño,
Tú estarás allí.
Los días pasaron…
Y estás más en mí.
24/09/03
Juan José Durán León
León Dalú