APRENDIZ DE VIDA
Te observo meditabundo,
Con tus labios gruesos
Íntegramente agrietados,
Dices, haber cruzado
Túneles y puentes sin rumbo,
Como ocasos escarchados.
Tus manos enfermas, titilan;
Lloran tus ojos sin emociones,
Añoras, al pasado que un día,
Cundió tu cesto con loores.
Llevas años sentado allí,
Como piedra sujeta a su fuente,
Sin aceptar que ser senil,
No significa vencerse.
Sino, observa el mar,
Que tu mirada acongoja,
Se tiñe de sol al sol partir,
Y con madrugadas se moja.
Es más fácil sentirse solo
Que vivir en soledad,
Es más fácil llorar dolores,
Que curarnos al sangrar.
Te observo meditabundo,
Con tus labios gruesos
Íntegramente agrietados,
Dices, haber cruzado
Afluentes sin rumbos,
Como ocasos escarchados.
17/09/03
Juan José Durán León
León Dalú