ODA A
un pasado
pantanoso,
oda
a un presente
aberrante,
a un futuro,
que ya no es lo que era.
Oda a
todos esos poemas no escritos,
pues tenían
más sentido en
mi cabeza
que en el papel.
Oda
a todas esas mujeres
anónimas
historias de amor que no tuvieron un comienzo,
historias de amor
que así,
nunca tendrán final.
No encontraré un asidero,
me dejaré arrastrar por la resaca
de este
mar de güisqui,
hacia lo profundo.
F. Javier Gil Segura