OLVIDAR REYKIAVIK
Encuentro desgraciados los tiempos que corremos
Aún tengo impresa en la memoria
aquella tarde en la que discutí contigo,
no es que me guste recrearme en el dolor,
tan sólo es que no hallo la forma de pedirte perdón.
Ahora la casa me parece más vacía y fría.
Comienza noviembre
y yo no estoy preparado para este frío
que no puede borrar la memoria.
A veces quiero el olvido
y no puedo evitar pensar en aquellos días
que latían con más fuerza.
Olvidarme de Reykiavik
fue muy fácil
porque nunca estuve allí,
lo difícil fue olvidarme de ti.
Javier Pérez-Ayala Huertas
Del libro El día mundial de la indiferencia, Javier Pérez-Ayala (ISBN.- 978-84-935080-0-5)