AMANDO LO QUE NO PUEDES TOCAR
Son las manos las que descifran el lenguaje del alma.
Son los ojos los que hurgan dentro del corazón.
Son las palabras las que saben el idioma del alma y no lo hablan.
Son los sueños los que atan la fantasía a la realidad cruel.
El amor se mira las manos y ve que nada le sirven.
Los ojos miran al corazón que se niega a sentir.
La boca pronuncia lo que el corazón no quiere decir.
Las realidades destructoras de fantasías y creadoras de sueños que no son.
El amor duele.
Los ojos sangran.
El cuerpo clama.
Las palabras enmudecen.
Los sueños se esfuman.
El corazón sufre.
La luz se apaga.
¿Cómo saber los oscuros secretos del alma, si las manos no pueden alcanzarla? ¿Cómo pueden las palabras devolver
la vida y sanar al corazón si la boca calla?
Jael Uribe