HIPOCAMPOS
Alguien me dijo una vez
que el perfil del hipocampo
era triste y aburrido
cuando no se amaba tanto.
Las estrellas lentamente
fueron mi vida llenando
y el enfermo sol de mi alma
en sangre se fue apagando.
Lo que fue momento alegre
en agonía sin descanso
se fue tornando y mis ojos
se inundaron con el llanto.
Hoy, lucen entre las aguas,
cual destello de milagros
los perfiles encendidos
de todos los hipocampos.
Pero es como ver maduro
el fruto de los damascos
y no poder con las manos
ni con los labios tocarlo.
Humberto C. Garza