OTOÑO
Es triste llegar solo, hasta el lecho y dormir,
cuando el sol del otoño afuera palidece,
cuando todo el paisaje amarillo, convalece
con angustia infinita que te invita a morir.
El otoño contagia nostalgia al porvenir,
y te dice: «¡No sueñas! Aunque a ti te parece».
En suaves llamaradas dentro de tu alma crece
y no has de revelarte cuando te haga sufrir.
Si te invita, no bebas de su melancolía,
haz broquel de tu pecho, cuida tu corazón
de su friolenta noche y de su amarillo día.
Que tu espíritu evada su delicada unción,
pues hará si le rindes abyecta pleitesía
con la desesperanza para ti una prisión.
Humberto C. Garza