EL CIELO ES TESTIGO
¡Oh hijo de Colombia! ¡Ilustre combatiente!
que regaste tu sangre en surcos y praderas
al despuntar la vida con amor puro y ardiente,
para ver que florecieran las espigas en veredas.
Luchaste por la patria con valor y pericia
en tierras saturadas de abandono e indolencia
contra el fiero enemigo que lleno de injusticia
sembraba con los fusiles el odio y violencia.
Tú eres mensajero de honor y valentía,
entre los huracanes de codicia y terror,
para llevar misivas de paz con alegría
a pueblos que agonizan en medio de dolor.
El cielo es testigo del sacrificio inmenso,
al quedar para siempre tu cuerpo mutilado,
del orgullo que llevas impregnado en el pecho
de servir a Colombia como el mejor soldado.
* Marzo 5 de 2004. Homenaje a los soldados y policías heridos en combate.
Héctor José Corredor Cuervo