CÓMO TE EXTRAÑO PAPÁ
Ayer que te vi partir
en final viaje al cielo
empecé yo a sentir
la soledad como hielo.
El sonido de tu voz,
que traía buen consejo,
en su atardecer precoz
se esfumó con el cortejo.
El faro que fulguraba,
en la noche muy oscura
y que en la cima estaba
a lo lejos ya no alumbra.
Los espejos de tus ojos,
donde se miraba el alma
se fueron con los despojos
y perdí toda la calma.
Los mimos y las caricias
que venían de tu mano
dejaron de ser albricias
para éste ser humano.
La abundancia en comida,
que en la mesa existía,
ya no sustenta mi vida
ni siento misma alegría.
El huracán de tormenta
y que en esta vida apura
es el que ahora alimenta
mi cuerpo en desventura.
Ahora estoy solitario
perdido entre la bruma
como bajel sin operario
que se hunde cual espuma.
Cómo te extraño papá
cuando veo un abismo
sin tener ya el maná
que salva del pesimismo.
Héctor José Corredor Cuervo