TERRORISMO OSCURO

Los nubarrones grises
con densa carga de polémicos rencores, cubriendo van los altos de los cielos, que, limpios, simbolizan la justicia, y sucios, escondites son de vuelos de negros buitres y de los halcones, que acechan a los suelos de los hombres, en busca de sus presas codiciadas.
Caerán sobre ellas con cruel enojo y truncarán con sus airadas garras los cuerpos que retozan inconscientes sobre el inmenso verde de la pradera plácida.
Y luego, con la roja sangre brotando de las venas inocentes que rasgan los violentos espolones, tan bello valle, de un matiz horrible, en un instante quedará inundado.
Si el sol volvió después a deslumhrarnos, en la alborada de una nueva era, brotando la esperanza entre los hombres, hay que temer, no obstante, el curso de los vientos de occidente, que vuelvan y reincidan por los cielos, con el lastre rodante de las nubes, donde se esconden aves de rapiña, que buscan antifaces en las brumas, para ocultar sus fauces de asesinas.