CAMINO DE LA ACADEMIA
Cuando salgo a la calle
me fijo en el volante de los taxis,
lugar muy cuidado,
en la espalda de los que vestían de naranja
lugar observado,
me fijo en los sitios concurridos
por palomas, sobre todo en El Bahía,
para que no me defequen encima,
me fijo en lo atareado de Costa Sol,
con su abeto, único tranquilo a esas horas,
lo imagino como director de orquesta
pendiente de que todo salga bien,
en el ciego del Bar Paco, con su camiseta de ska-p,
que ahora ha pillado un quiosco
a veces corro, evitando el uno contra uno
de un renault cualquiera.
Cuando salgo a la calle hago todo eso
para evitar acordarme de tu ser
y volver a caer en mi profunda pena.
Felipe Evaristo Gómez Pescador