INCANSABLE VIDA
¿Por qué llorar, si recuerdos
no quedan de un amor?
¿Por qué llorar, si parece que
ninguno nuevo apareció?.
Se preguntaba mi ser,
al ver como las lágrimas
se escapaban de mis ojos
y se apeaban por mi nariz.
Por qué... porque volvió,
ayer, tarde, sin enterarme,
la vida apareció, dando canto
a los pájaros, olor al azahar
y esperanza a la triste ciudad,
volvió y me recordó siluetas
que yo vi, antes, en sueños.
Y hoy, en la mañana de este
negro día, se ha ido, dejándome
solo, apagado, resacoso, olvidado.
Ahora en la tarde, espero, sentado,
impaciente, a que tu vanidosa vida
vuelvas pronto, y me empujes,
y me lleves, y me traigas,
en un vuelo grande de pasión.
Felipe Evaristo Gómez Pescador