¿POR QUÉ VOY A LLORARME?
Muy en mi interior me rodeo a mi mismo
penetrando aun más allá del alma
y entre espacios inertes de mutismo,
se va escurriendo mi anegada calma.
Siento incauto un corazón extraño
en la bóveda hueca de mi pecho
no es un latido, mas bien un engaño
lo que retumba allí sin derecho.
Y en medio de un suspiro contenido
se ocultan mis ojos sin renuencia
un poco loco, un poco confundido.
Buscando y malgastando mi paciencia
no encuentro en este torpe recorrido
algo que me quite esta demencia.
Emilio Montemayor