Esa mujer
apareció una tarde
de ojos anclados en la lluvia
se descalzó el abrigo
el otoño, la mirada
camino hacia mí como a la muerte
o la esperanza
dijo cosas
que siempre guardaré
en los muelles de la memoria
vino a enseñarme
la magnitud de un beso
la eternidad
que hay en el salto de arriesgar en el otro
esa mujer
llevaba un puerto
atravesado en la nostalgia
una herida de sal mordiéndole la infancia
y cuando dijo amor
de sus ojos
llovió todo el mar
Daniel Omar Martínez