Me encanta volver
a mi pueblo
de tanto en tanto
ir a la chacra a ver a la Brígida
criando hijos de hijos
y haciendo milagros a la hora de la comida
y sentarme con
el tío más sabio del planeta
a enturbiarnos los ojos
de tintos y nostalgias
allí el tiempo
es un manzano
a la orilla de una acequia
y el olor de la tierra
tiene el aroma de la infancia
tiene nombres
que hablan del otro lado de la lluvia
nombres
que vuelven desde el costado feliz de la vida
tibios nombres
que me enseñaron a amar
Daniel Omar Martínez