LA MOSCA DE LOS LIBROS
La mosca gravita el amarillo volumen
Y desciende a las letras con curiosidad.
Así las horas de la tarde se consumen:
La mosca vuela los días de su ociosidad.
Recorre los caracteres oscuros,
Discurre entre las páginas del fondo
Y como en minotauro entre los muros
Ignora que el sólido tiempo es hondo.
Son sus simétricos ojos examina
Los párrafos que la página le entrega;
En vano prodiga las horas de la tarde
Con su estudio. El sol en la ventana declina,
La mosca a los signos no se niega
Y en sus ojos el indescifrable libro arde.
César Lizárraga