No quiero pensar nada.
No quiero pensar
Que nunca me has querido.
Que mis caricias
No han pasado de tu piel.
Que podía haber besado
Mi almohada.
No quiero ni pensar
Que esto es cierto.
Yo quiero que me
Engañes dulcemente.
Yo quiero que me
Digas que me quieres.
Mi corazón se niega
A aceptarlo y sin embargo,
Sé que no me quieres.
A Pablo Madrid 1977.
Cándida González Cano