No puedo suplicarte.
No quiero suplicarte.
No te rogaré.
No verás una lágrima.
No me da la gana.
Prefiero morirme.
Aunque me muera.
Ni te suplicaré,
Ni te pediré,
No te diré,
No te insinuaré.
Si tú no vuelves,
Mataré todas mis ansias.
A Pablo 1977-1978 Madrid.
Cándida González Cano