PIEDRA Y AGUA DE ESTOCOLMO
Con Gamla Stan al fondo
el puente que ahora miro
comulga
con la luz
hecha silencio y norte.
Bajo mis pies
las aguas
con todo su tumulto
contenido en sosiego,
con todos los vikingos
hechos sal y recuerdo,
con todos los ahogados,
con el amor
superviviente de todos los naufragios.
El empeño
vertical de tantas torres
hecho reflejo líquido.
Sobrevivir
acaso sea dejar
que las aguas se lleven nuestra imagen
mientras miramos
el tiempo
en todos los relojes de las cúpulas.
Piedra y agua,
yo
en medio.
El alma
del agua,
de la piedra,
de los niños,
los pájaros
tan dentro
tan lejos.
Beatriz Villacañas