LUGAR
Ha de tener
una puerta de vaivén:
entrar (salir), salir (entrar)
con la ligereza
de haber descifrado
del dintel
la leyenda
No temas errar, contradecirte es lo esperable en estos casos. Que no pase un solo día sin que busques oro
bajo la arena del río, pero vuelve a la aldea cada vez que el sol se nuble sobre la plata de los peces.
Ni la puerta
ni el lugar
cobran aquí (allí) o allí (aquí) importancia.
Solo importa saber cuándo cruzar.
Ir o venir y siempre:
estar.
Natalia Carbajosa