LXXVIII
LLUVIA DE ARENA
Corán, II, 66; V, 83; IX, 32; LXI, 18 1
Si Dios escatimándonos la lluvia
nos hurta el agua de frescura llena,
es para que del páramo la arena
usemos en bautismo; arena rubia
cual la que azota en la abrasada Nubia
el simún. Es el Sol el que almacena
la fe de fuego ardiente en nuestra vena,
y nos da un arenal por cada zubia.
Y contra los impíos que pretenden
la luz de Dios soplando con su boca
matar y con su vana ciencia ofenden
nuestra salud, los de soberbia loca,
contra esos perros, mientras no se enmienden,
toda lluvia de arena será poca.
Salamanca, 19-X-1910.
Miguel de Unamuno
1 Los pasajes del Corán dicen que a falta de agua pueden hacerse las abluciones con arena y otro habla de los que quieren apagar la luz del sol soplando con su boca. (Nota del Autor)