LXXVI
EN LA MANO DE DIOS
Na mão de Deus, na sua mão direita.
Anthero de Quental. Soneto.
Cuando, Señor, nos besas con tu beso
que nos quita el aliento, el de la muerte,
el corazón bajo el aprieto fuerte
de tu mano derecha queda opreso.
Y en tu izquierda, rendida por su peso
quedando la cabeza, a que revierte
el sueño eterno, aun lucha por cogerte
al disiparse su angustiado seso.
Al corazón sobre tu pecho pones
y como en dulce cuna allí reposa
lejos del recio mar de las pasiones,
mientras la mente, libre de la losa
del pensamiento, fuente de ilusiones,
duerme al sol en tu mano poderosa.
Salamanca, 17-X-1910.
Miguel de Unamuno