¡PERDÓN!
Men med hvad Ret fik Hakon Retten og ikke I?
(Ibsen. Kongs-Aemnerne)
Si tú no te perdonas
no te perdona Dios;
¡perdóna-te!
Si en paz no vives
contigo mismo,
si no consigues
paz en tu pecho,
¡no te dará Dios paz!...
La paz viene del fondo
del corazón;
es divino tesoro
que en ti Dios puso,
¡es tesoro de amor!
Esa inquietud interna
que te derrite,
es anhelo infinito
que no se extingue,
que no se sacia,
es porque no perdonas,
es porque no amas...
¡Desecha la justicia,
que es pobre cosa,
que mata al corazón!
¡Busca la vida,
la vida inextinguible,
búscala en el perdón!
¡Perdóna-te!
Honda piedad inmensa
tu corazón derrita,
al tocar tu miseria,
tu miseria infinita,
que es la miseria humana,
el lastre de la vida...
¡Perdóna-te!
¡Y en ti perdona a todos...
perdóna-te!
¡Acude a tu tesoro
al divino tesoro
que en tí Dios puso,
al tesoro de amor!...
Sólo el perdón es justo,
él sólo fluye
del pecho puro;
sólo el perdón es justo...
¡perdóna-te!
Perdónate y perdona,
al perdonarte, a todos,
a todos los que amargan
nuestra vida con dolo...
¡en el juez está el mal!
Es el que juzga, el que hace
la maldad del delito,
es el que juzga...
¡sólo el perdón es hijo
del absoluto Amor!
No alegues tu derecho...
¿con qué derecho
ese derecho alegas?
¡Sólo el derecho eterno
darte vida podrá!
Y es el derecho eterno
ser perdonado...
¡perdónate y en ti perdona a todos,
perdóna-te!
Ni tu deber alegues...
¡hay un deber tan sólo,
y es el perdón!
Perdón es sacrificio
del que perdona;
es gracia, don divino,
del que el perdón recibe;
es gracia y sacrificio,
fruto de amor;
de amor, no de justicia,
¡de caridad!
Es gracia y no derecho;
no deber, sacrificio...
¡es libertad!
Es libertad perfecta,
santo tesoro
que soporta cadenas;
¡es libertad del alma,
fruto de amor!
Tribunal no levantes
dentro de tu alma;
mantenía pura;
¡no te juzgues en juicio,
oye a tus ansias,
ansias de paz!
Contempla tu miseria,
que es la miseria humana,
la triste pena;
¡contémplala y aviva
tu compasión!
¡Compasión a ti mismo,
piedad del Hombre,
pesar por el delito...
¡perdona-te!
Perdónate y perdona
contigo a todos,
a todos los que amargan
esta vida con dolo...
¡perdónate y perdona...
perdóna-te!
¡Desecha la justicia,
que es pobre cosa,
que mata al corazón!
¡Si tú no te perdonas
no te perdona Dios...
perdóna-te!
¿Si tú no te perdonas,
cómo has de perdonar?
¡Perdóna-te!
¡Perdón! ¡Sólo perdón!
¡Perdón tan sólo!
¡Sólo perdón!
Miguel de Unamuno