VALSE NOCTURNO
En la paz de la alcoba desolada,
bajo la media noche en agonía,
me llega desde incierta lejanía,
una llorosa música olvidada.
Entra en mi corazón cual extraviada·
saeta de tenaz melancolía,
porque recuerdo que, cuando eras mía,
si algo nos supo unir fue esa tonada.
Como lírica flor que se deshoja
va extenuándose el vals y una congoja
mortal deja en la noche difundida.
Yo un infinito desamparo siento...
¡Cuántas veces un vals que van en el viento
suele ser, más que un vals, toda una vida!
Miguel Rasch Isla