URBE: SÚPER-POEMA BOLCHEVIQUE EN 5 CANTOS
III
La tarde, acribillada de ventanas,
flota sobre los hilos del teléfono,
y entre los atravesaños
inversos de la hora
se cuelgan los adioses de las máquinas.
Su juventud maravillosa
estalló una mañana
entre mis dedos,
y en el agua vacía
de los espejos,
naufragaron los rostros olvidados.
¡Oh la pobre ciudad sindicalista
andamiada
de hurras y de gritos!
Los obreros
son rojos
y amarillos.
Hay un florecimiento de pistolas
después del trampolín de los discursos,
y mientras los pulmones
del viento
se supuran,
perdida en los obscuros pasillos de la música
alguna novia blanca se deshoja.
Manuel Maples Arce