URBE: SÚPER-POEMA BOLCHEVIQUE EN 5 CANTOS
IV
Entre los matorrales del silencio
la obscuridad lame la sangre del crepúsculo.
Las estrellas caídas,
son pájaros muertos
en el agua sin sueño
del espejo.
Y las artillerías
sonoras del Atlántico
se apagaron,
al fin,
en la distancia.
Sobre la arboladura del otoño,
sopla un viento nocturno:
es el viento de Rusia,
de las grandes tragedias,
y el jardín,
amarillo,
se va a pique en la sombra.
Súbito, su recuerdo,
chisporrotea en los interiores apagados.
Sus palabras de oro
criban en mi memoria.
Los ríos de blusas azules
desbordan las esclusas de las fábricas,
y los árboles agitadores
manotean sus discursos en la acera.
los huelguistas se arrojan
pedradas y denuestos,
y la vida, es una tumultuosa
conversión hacia la izquierda.
Al margen de la almohada,
la noche, es un despeñadero,
y el insomnio,
se ha quedado escarbando en mi cerebro.
¿De quién son esas voces
que sobrenadan en la sombra?
Y estos trenes que aúllan
hacia los horizontes devastados.
Los soldados
dormirán esta noche en el infierno.
¡Dios mío!
Y de todo este desastre,
sólo unos cuantos pedazos
blancos
de su recuerdo,
se me han quedado entre las manos.
Manuel Maples Arce