MI VERDAD
(Polirritmo sin rima)
¿Qué sabemos de la muerte? ¿Qué de la vida?
Tinieblas en la fosa,
tinieblas en la cuna,
y manos invisibles
Que en medio de tinieblas nos empujan adelante.
Despierto sueña o descarado miente
quien a los hombres revelar presume
la hermética palabra del supremo enigma,
el cosmogónico secreto de la esfinge.
Para alumbrar las noches hiperbóreas de la mente,
No hay un faro en la Tierra ni un lucero en las alturas.
Callad, filosofías; callad, religiones;
Que sois la sombra de un fantasma, si el fantasma tiene sombra
¿Quién nos dice lo cierto? ¿Quién nos engaña? ¿Quién no miente?
¡Cuántos sonidos, cuántas voces, ni sonidos son ni voces!
Como el hierro candente, nos abrasa el hierro helado,
pájaro azul de lejos, no parece azul de cerca.
Ilusos incurables,
palabras combatimos con palabras,
mentiras viejas con errores nuevos.
Duda viril y austera,
manjar de fuertes y de libres,
en ti sacié mis hambres insaciadas.
Al asomar de mi razón, a su primer destello,
Pensé dudando.
Fui navegante en barca sin timón ni velas,
Jamás anclado, recorriendo siempre
Los indecisos mares de la eterna incertidumbre,
sin remota esperanza de arribar al puerto:
nunca pude vencer un imposible,
el imposible de creer en algo.
Mas yo de ti no dudo,
En ti confiado y entusiasta creo,
Forma tangible:
te acaricio con mis manos, te veo con mis ojos.
De ti no dudo, cándida belleza femenina,
dispensadora inagotable del amor y los deleites:
aspiro el ámbar en tu aliento, sorbo el néctar en tus labios,
gozo el placer en tus ardientes, vibradoras carnes.
bocas soldadas a mi boca,
brazos tejidos con mis brazos,
pechos unidos a mi pecho,
Vosotros sois mi fe, vosotros mi verdad.
Manuel González Prada