GACELA
Es la mañana un rayo de alegría
tras noche de tormento y agonía;
es el olvido noche interminable
tras vaga luz de fugitivo día.
Irradia siempre, no te eclipses nunca,
oh Sol de venturanza y poesía.
late, oh fogoso pecho enamorado,
sin conocer vaivenes ni falsía.
Huye, oh funesto olvido, que en tus alas
escondes saturnal melancolía.
No vengas nunca, oh noche, que en tus sombras
guardas el frío de la tumba fría.
Manuel González Prada