DETERMINISMO
En el fragor de las luchas
incesantes y espantosas,
enarbolemos el iris
de una gran misericordia.
No abominemos las manos
que desgarran o destrozan,
ni maldigamos las fauces
que de sangre vienen rojas.
No es criminal el milano
al comerse las palomas,
ni culpable la serpiente
al segregar su ponzoña.
Nos hace bienes o males
quien nos ama o quien nos odia,
como el aire nos anima
o como el mar nos ahoga.
Ilusión la delincuencia,
porque el brazo mata o roba,
como el humo se levanta
o el peñasco se desploma.
Sueños, la virtud y el vicio,
pues el hombre piensa y obra,
como el espino da espinas
y el rosal produce rosas.
No hay malos dignos de mengua
ni buenos dignos de gloria:
existen sólo instrumentos
de las fuerzas creadoras.
Siente rencores el necio;
el filósofo perdona
la irresponsable injusticia
de los seres y las cosas.
Manuel González Prada