RISPETTO
Era la noche: en lóbrega laguna
agonizaba el resplandor de Sirio,
mientras rayaba en el zénit la Luna,
con la enfermiza palidez de un cirio.
Pensé mirar de lejos tu belleza,
y suspiré de amor y de tristeza.
¿Por qué no respondiste a mi llamada
en esa noche triste y desolada?
¿Por qué a brindarme amparo no viniste,
en esa noche desolada y triste?
Manuel González Prada