RONDEL
Oh Porvenir, oh Sol sin occidente,
oh día que mis ojos no verán.
Si es noche de amargura lo presente,
¡qué júbilo, qué luz resplandeciente
las horas de mañana irradiarán!
Yo, el átomo nacido de la nada
para girar en sombras y morir,
fijo en tus claros reinos la mirada,
oh Porvenir.
¡Quién, subyugando al Tiempo y a la Muerte,
joven pudiera eternizarse y fuerte;
o en inefable languidez dormir,
alzar un día la pesada losa
y abrir los ojos a tu luz gloriosa,
oh Porvenir!
Manuel González Prada