TIÉNDEME LA MANO
Viejas leñadoras,
muleros, pastores, labriegos,
van entre la niebla,
la niebla se extiende por todo el paisaje.
manuel-felipe-4Niebla de los pinos,
niebla de los sauces,
niebla de los páramos,
nieblas de los valles.
El humo que sale de las viejas chozas
se hiela en la niebla de las soledades.
¿Quien canta en la tarde
quebrando el silencio
blanco de la aldea?
Hermano labriego, tiéndeme la mano.
Hermano: contigo yo vivo esta hora
de niebla en el campo.
Manuel Felipe Rugeles