ERES ASÍ COMO LA ROSA
Eres así como la rosa
que el viento no perturba ni se atreve
a quemar aire alguno.
Eres así como la rosa
impalpable en el reino de tu gracia,
intocable en el reino de tu aroma.
Eres así como la rosa
en la ascensión eterna hacia la altura
infinita en que todo lo dominas,
porque todo lo llenas con su forma
celeste, y vas creando tus auroras.
Eres así como la rosa
que el aire no la toca ni la quema.
Rosada transparencia milagrosa
para hacer alba noche tenebrosa,
para curar ceguera de conciencia.
Manuel Felipe Rugeles