ORACIÓN PARA CLAMAR POR LOS OPRIMIDOS
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Id a buscarla,
me dice el alma.
Id en pos del secreto que ella guarda.
Entre ayes de agónicos soldados
y gentes que blasfeman, ¿podré hallarla?
Sólo su voz se escucha en el silencio
de pavor en que callan las granadas.
Desde el árbol, enseña de su muerte,
Cristo por sus heridas sigue hablando.
Manuel Felipe Rugeles