HORA XXXIII
EL PIANO
Hubo ya un tiempo en que la Musa mía
La poética frase
Fácilmente encontraba que expresase
La tristeza del alma ó su alegría.
Ese felice día
Se hundió en la eternidad. Mi alma cansada,
Con tono dulce y grave,
En voz no articulada
Quisiera hacer sentir a los oídos
Lo que ella muda sufre y sola sabe.
Tú me das esa voz, mi alma interpretas
Cuando la diva inspiracion tu mano
Guía sobre las teclas del pïano:
Voz no aguda ó cruel como el gemido
Ni artificiosa como acento humano.
Tú mis penas expresas
En deliciosas notas de armonía
Que halagan los sentidos
Y aduermen la doliente fantasía.
En la mente sembrada de recuerdos
Flor de esperanza nace;
El alma vagos horizontes mira
Y en su misma tristeza se complace.
Miguel Antonio Caro