SABOR DE SOMBRA
Quise desenterrar mis lentos sueños,
quise hacerlos manuables como el hambre y el trigo,
quise tal vez que un poco se ensuciaran,
mas, también,
que hicieran lo posible por quedarse desnudos
sin que el reloj lo sepa.
Esto quizá me hubiese dado un poco
del aire servicial que hace la historia
de las banderas,
el mismo,
el aire que hace a veces que no muera un caballo,
el aire,
el que respira a veces por un ojo el astrónomo.
Pero alguien...
Alguien toma la noche como pañuelo oscuro
para secar la nada que concentra
profundidades de humedades mías.
Manuel del Cabral