MI DAMA
Licio, si quieres saber
Cuál es la bella sin par
Que en amor mi pecho enciende
Y esculpida en él está,
Oye: pintártela quiero,
de inflexible metal
Tu corazón es formado,
O tú la conocerás.
Erguida lleva la frente
Que nunca supo inclinar
Ni a los encantos del oro
Ni a la lisonja venal.
No adorna el negro cabello
Con las perlas del Catay,
Y antes la encina le anuda
Que el nardo y el arrayán.
Es hechicera su boca
Por hermosa y por veraz;
Grandes, rasgados sus ojos,
Y atrevido su mirar.
Vence su pie en ligereza
Al Austro y al Vendaval:
Su talle esbelto y airoso
Desdeña el peto falaz.
Su mano, blanda y süave
A quien amante la da,
También la lanza guerrera
Sabe robusta empuñar.
Verde manto prende al hombro,
Y apenas leve cendal
Cubre su nevado seno
Que esconde ardiente volcán;
Y aunque sus formas celestes
No cuida de recatar,
Es puro candor en ella
Lo que en otras liviandad.
Adoradores sin cuento
Sacrifican en su altar,
Y aunque a todos corresponde
Nadie envidia a su rival.
Sabe cual otro Proteo
Mil y mil formas trocar;
Que, a fuer de hembra, es caprichosa,
Y a fuer de potente, audaz.
Ora a Belona imitando
Se ciñe el casco marcial;
Ora Minerva la brinda
Con el ramo de la paz.
Ora la embriaga y la ciega
El aplauso popular
Y cambia la dulce oliva
Por el tirso bacanal.
Niña siempre por instinto,
Bien que adulta por la edad,
Si no la guían se pierde;
Sin firme apoyo caerá.
Mas la celan dos hermanas
De mayor autoridad.
¡Plegue al cielo que las dos
No la abandonen jamás!
Una es de las grandes almas
ídolo, a veces fatal;
La otra forma los lazos
De la humana sociedad.
Venturosa la nación
Do las tres unidas van;
Que sin Gloria y sin Justicia
¿Qué vale la Libertad?
Mas ya la nombré; ya sabes
Cuál es la bella sin par
Que enciende en amor mi pecho
Y esculpida en él está.
Manuel Bretón de los Herreros