¡DEJA QUE YO TE BESE!
TRADUCCIÓN LIBRE
Calla la noche, y plácida
La luna allá en el cielo,
Sin una nube el éter,
Brilla entre el azul velo.
Resbalan de hoja en hoja
Sus plateadas huellas,
Y una diadema en torno
Le forman las estrellas.
Tímida, en el bosque, el ave
Suelta amoroso pío;
Con éxtasis las flores
Aspiran el rocío.
Sonreír de amor parece
La creación bendita;
La flor, la tierra, el aire,
Todo al placer invita.
Aquí entre los concentos
De la natura entera,
También mi labio trémulo
Un paraíso espera.
También el pecho mío
Busca otro pecho amante,
Que unísono a mi anhelo
Responda delirante.
*
Loca está mi alma ¡oh virgen!
Mi mente audaz delira...
Parece que a los ángeles
Robar su imperio aspira.
Ven, mi adorada, y fúlgida
De Venus cual la estrella,
Haz que tu labio tierno
Sonría a mi querella.
Y como el aura leve
Tu rostro toca apena,
¡Deja que yo te bese,
Gentil niña morena!
Y como mueve el céfiro
Las cintas de tu cuello,
Deja que yo los rizos
Toque de tu cabello!
¿Por qué tiemblas, y bajas
Tus ojos?... ¿qué temor
Te asalta?... tú eres reina,
Tu humilde esclavo yo!
Ve como me contengo,
Trémulo así al mirarte,
Cuando entre ardientes besos
Quisiera yo abrazarte ;
Y desmayarme sobre
Tu seno, en dulce alarde...
Mas me detiene el púdico
Rubor que en tu faz arde.
¡Oh virgen, ven!... tu frente
Sobre mi pecho posa:
Dirante sus latidos
Cuánto te adoro, hermosa.
¡Dando al olvido el mundo,
Entre el nocturno velo,
Unidas nuestras almas
Remóntense hasta el cielo!
Tocando ya a su ocaso
La luna va serena:
Ven que te bese, y bésame,
Gentil niña morena!
1878.
Alejandro Magariños Cervantes
Traducción libre de FA CH’IO TI BACI! de G. Odicini y Sagra