TARDES MARINAS
SERENIDAD
La bruma crepuscular
Densos borrones coagula.
Profundamente se azula
La noche sobre la mar.
El agua triste se aploma
Como un arenal más blando.
La espuma, como arrullando,
Se hincha en buche de paloma.
Con la marina fragancia
Palpita un lánguido aliento
Que parece el llamamiento
Remoto dela distancia.
Reina en la serenidad
Que sublimiza su altura,
La estrella azul que nos jura
Pureza y fidelidad.
Sobre las sombras ya hurañas
Que la mar sopla del Este,
Un polvo de luz celeste
Dejan caer sus pestañas.
Y prolongando su huella
En flotante onda de tul,
Te pones también azul
Como la noche y la estrella.
Leopoldo Lugones