OLAS QUIETAS
Allá en el fondo del mar
Que iluminó su caída,
Tiembla una estrella dormida
Que en perla se va a cuajar.
Frunciendo irreales tules
A su paso sin vestigio,
Llegan a ver el prodigio
Lánguidas olas azules.
Y ante aquella luz serena
En que está soñando un alma,
Arrullan la frágil calma
Con blanda lengua de arena.
Leopoldo Lugones