CANTARES DEL MAR Y DE LA LUZ
ALBA
Lánguido nudo de tul
En la bruma se desata.
Apunta un claror de plata
Y el mundo se pone azul.
Parece que la hermosura
En su pristina evidencia,
No es más que una transparencia
De aire, rocío y frescura.
Hasta que el rayo oriental
Dilata un temblor de oro,
Como un guijarro sonoro
En un árbol de cristal.
Leopoldo Lugones